sábado, 29 de septiembre de 2007

Forte Belvedere

Mi ángel

Recuerdo como si fuera ayer aquella noche en la que fuimos los cuatro al Pimpi. Yo no la conocía, tú me la presentaste y vi cómo la mirabas. Siempre me he fiado mucho de las miradas, dicen mucho más que cualquier palabra y que muchos gestos. Ella se sentó, no te prestaba demasiada atención. La verdad es que pensé que te estabas equivocando, que ella no te correspondía. Que estabas dando demasiado.

Luego empezó a correr el vino dulce y nos emborrachamos un poco. Perdí un pendiente y te pregunté cómo estabas. Me dijiste que eras feliz, me preguntaste si Alba no me parecía la mujer más preciosa de la tierra... me dijiste que estar con ella era como soñar despierto. Te acercaste un poco más y susurraste "Es mi ángel". Me dijiste lo que llevabas horas diciendo con los ojos.

Hace un año de aquello y ahora ella se ha mudado a tu ciudad para estar más cerca de ti, para regalarte su tiempo. Porque cuando amamos a alguien no podemos pedir tiempo, debemos merecerlo y darlo... Disfrutar nuestro regalo.

martes, 25 de septiembre de 2007

Anchoas con tomate

He ido al Viena a por un donut de chocolate gigante y me he traído un sandwitch (nunca he sabido si se escribe así) de anchoas con tomate. Me ha parecido más sano y como finjo querer adelgazar...
Hoy estoy en la Bolsa. Este edificio me encanta la verdad. Y entrar y salir de aquí como quiero también. Además los viejetes son simpáticos, hoy ninguno me ha invitado a desayunar pero debe ser que no tengo el guapo subido. Lo único negativo hasta el momento ha sido un tipo raro. Más bien un RARO que me ha preguntado por el IFO alemán media hora antes de que saliera y cuando le he dicho que no había salido ha empezado a darle un tic en el ojo y a decirme que voy a dar el dato cuando ya no le importa a nadie. Alicia me maquilla mucho pero ¿tengo pinta de pitonisa???
He decidido no ir a tomar café con el personal de la sala de prensa porque se dedican a lanzarse cuchillos como Alberto Murrony en el Juego de la Oca y también he tomado otras dos decisiones: decirle a las de vestuario que no me pongan chaquetas con hombreras y dejar de pensar en Marcos.
... Ya me he terminado el sandwich? y creo que hubiera tenido más alegría en el cuerpo después de comerme el bollo de chocolate... (Esto siempre se puede compensar con una tarta de chocolate del Tyssen!!!!)

viernes, 21 de septiembre de 2007

Café de máquina

Tráfico en la capital por una manifestación a las ocho de la mañana. No me hago una idea de por qué se manifiestan pero, desde luego, es de mal gusto manifestarse tan temprano. Las ocho de la mañana son o para estar en el trabajo o en la cama o, en todo caso, para comprarse el Cinco Días e ir con él bajo el brazo a una cafetería cualquiera, pedir un café con churros y hojearlo haciéndose el interesante. Manifestarse no es una opción porque la gente todavía no está lo suficientemente despierta.

Yo por mi parte a las ocho lo que hago es ir a por mi café de máquina para intentar que mis ojos se abran un poco más. Lo consigo pero no por la cafeína, sino por el poder que tiene de revolver mi estómago. ¿En alguna empresa de este país el café de máquina está bueno? ¿Me contratarían?

jueves, 20 de septiembre de 2007

Ojos y manos

Un ojo de Roberto, vergûenza, el dibujo de un estropajo que parece un cactus... verano

Mi piace come sei


Come una barca fatta di carta
che quando si bagna affonda,
come un frutto che a ogni morso
la testa mi confonde,
come una fiamma che si muove
e al vento non ubbidisce mai,
mi piace come sei

come una bilancia che pesa il tempo
la solitudine e il silenzio,
come un buco nell´universo
da dove arrivano i sogni,
come una cesta da riempire
e da non vuotare mai,
mi piace come sei

come una ferita dentro al cuore che non fa male
mi piace come sei
come una finestra che anche chiusa lascia passare l´aria
una figlia una madre una donna nella mia vita

come una nuvola gonfia d´acqua
che nutre la terra secca,
come la lana che mi protegge
quando l´inverno arriva,
come la candela che resta accesa
e che mi fa luce nell´oscurità,
mi piace come sei

come la strada che mi porta sempre
nel luogo esatto in cui voglio arrivare,
come quel posto lontano dal centro
dove mi fermo a riposare,
come una patria senza bandiera
dove sentirsi liberi,
mi piace come sei

Florencia con C


La silueta de un cadáver de muñeca pintada bajo un arco donde duermen los indigentes cuando llueve. Un candado desconocido que lleva una pulsera que en realidad es una goma del pelo ¿Lo reconocería entre los otros? Una crepería siempre cerrada que cuando abre hace temblar de felicidad el estómago. Estómago con paredes de chocolate o de “cioccolata” después de atiborrarse. Contigo.


Horas que vuelan sin que sea consciente, que se escapan de una forma algo cruel cuando me doy cuenta de que ya no están, de que las que vengan serán distintas. Intentar memorizar con los dedos tu rostro, tus labios, tu forma de besarme, tu barba de dos días. Oler con más intensidad cuando estás cerca. Rogar a mi pituitaria que haga un esfuerzo para que ese olor no se vaya nunca. Una sandía y un plato de pasta en el lugar donde, de día, se agolpan las palomas. Contigo.


Saltar a un triángulo de piedra para sentir más cerca el río y los susurros que vienen del puente que los alemanes no quisieron bombardear porque es demasiado hermoso. Saltar sin miedo a caer, con un deseo ferviente de hacerlo que crece dentro de mí cada momento. Verte cocinar. Aferrarme a ti en una cama minúscula para no acabar en el suelo. No dejarte dormir. Miradas verdes mientras te muerdes el labio inferior. Miradas de mar y de tierra cerca de la pupila. Besos de mariposa. Besos de nube. Besos… Mucho cariño. Un helado tan grande que acaba en mi camiseta como si hubiera sido su destino. El camino a casa contigo. Una lágrima que vivió conmigo dos días pero no se atrevió a salir. Birra Moretti. Cosimo. Un convento con tu nombre y un cuento. De los que me gustan. Con un beso tuyo al final.


Canciones, muchas en inglés, otras en italiano. Algunas tristes y una de Gianna Nannini que bailamos por la calle. E nel ansia che ti perdo ti scatterò una foto. Reír cuando te ríes de mí. Medir la pancia. Descubrir que en Croacia viven españoles disfrazados. Comer pasta y zumo multivitaminas.


Roma… dejar señales en la ciudad para volver una vez y otra… siempre con tu mano impresa en la mía. Aunque no estés. Cenar con los ojos del animal más bello del mundo tras nosotros, en blanco y negro. Quererte. Amarte como no sabía que podía amar. Experimentar un calor inmenso en la puerta de mi casa y temblores en las rodillas. Volver a escribir y conocerme un poco más. Una torre de libros. Un marca páginas de luz amarilla y palabras. Un chico ostra melancólico y una chica vudú con una barra de bar tatuada en el pecho. Cantar. Lluvia. Empaparse en un mercadillo y vislumbrarte tras un café, cuando aún no sabía que eras tú. Viajar con la mente a Escocia y Punta Cana. Soñar. Un atardecer en el Forte Belvedere y un abrazo. El mañana que no duele hasta que llega. Ti amo in tutte le lingue del mondo. Rosas de cementerio que cambio por dos flores de pétalos color lila. Voglia di volare.


Creer. Crecer. Cadere.

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Los viajes que trajeron a otros vistiendo nuestros cuerpos

De camino al trabajo esta mañana he vuelto a escuchar una canción de Ismael Serrano que tenía un poco olvidada. Ahora. Es, como casi todo lo de Ismael Serrano, algo nostálgica. Lo bueno es que tiene un mensaje muy positivo. Ahora es el momento de volver a empezar. Siempre es un buen momento para hacerlo.