viernes, 19 de marzo de 2010

Cambios

Supongo que la última entrada era un poco ingrata. Estaba un tanto... negativa, por decir algo. A veces me cuesta darme cuenta de las cosas bonitas que tengo alrededor. Pueden ser los periodos hormonales o que, en ocasiones, hay razones para sentirse mal.

Ahora mi casa tiene luz. Entro más tarde a trabajar y al curso sólo le queda un empujón... me emociona la idea de tener que ir amueblándola poco a poco. Que tenemos que ponernos de acuerdo en cada cosa y que eso me hará más tolerante (no hay otra manera). Además la búsqueda de muebles no tiene desperdicio. El fin de semana pasado fuimos a una supuesta "feria de antigüedades" que resultó ser una explanada con cinco pijos y cuatro señores que vendían seis muebles...

La solución final (sin ningún tipo de reminiscencia nazi) será el IKEA me temo.