miércoles, 3 de agosto de 2011

Del mausoleo de Lenin y la prima de riesgo


Ya en Madrid me pasa como casi siempre... parece que hace ya meses que estábamos en la Plaza Roja de Moscú jugando a que los dedomonstruos atacaban la Catedral de San Basilio. Sin embargo tan sólo hace unas semanas.

El intento de llevar un diario de viaje ha sido un absoluto fracaso. Novio se había equipado incluso con un portaminas y una goma todo terreno para hacer (decía) bocetos de los edificios que le gustaran. Lo cierto es que luego fue más de cerveza que de boceto.

Yo intenté contar cómo una anciana que roncaba como un marinero afónico se empeñó en enseñar a Novio a hacer la cama en el vagón del tren nocturno en el que viajamos de Moscú a San Petersburgo; la noche cariñosa en Tallin en la que una chica del personal del hostel y el americano que dormía en la litera de abajo se proporcionaban placer dejándome sin dormir o los controles de pasaportes para cruzar la frontera con Estonia.

En los países bálticos me hice con un libro de una escritora estonia, Epp Petrone, que dejó su vida como periodista y a su marido para irse a recorrer el mundo con un hippie que vendía bisutería... Nada romántico, el hippie podía haber sido su abuelo. Su única intención era conocer los lugares que hasta ese momento no había visto.

Leyendo cosas así te entran ganas de coger un año libre sólo para viajar. Nada de hippies eso sí...
De vuelta a Madrid y todavía con algunas páginas del libro por leer me encuentro con un adelanto electoral y la prima de riesgo por encima del límite en el que se considera que un país debe ser rescatado... Parece que, de momento, las vacaciones en la playa están a salvo.

miércoles, 20 de abril de 2011

La teoría del Pi Greco (el número Pi, para entendernos)

Antes de ir a Tenerife con mis compañeras de trabajo, pensaba que para animar una reunión, no había nada mejor que contar alguna de las anécdotas de mi ex-compañera de piso en Roma, la china-sueca.

Aquella mujer que gritaba "soy musulmana" mientras le sobresalía un pezón del vestido (escotadísimo) y derramaba media copa de vino, ha sido claramente superada por "Franci". (Como diría el gran Gonzalo: "se ha subido al escenario y ha apartado de un culetazo al resto de vedettes).

Lamentablemente yo no la conozco... Fue "coinquilina" Erasmus de una de mis compañeras de trabajo y, al parecer, sigue igual que antes pero con obras publicadas y todo.

Ante la descripción de una mujer "entrada en carnes" que se queja de que no tiene novio y acumula una serie de tics indescriptibles, me entraron ganas de leer su libro: "Come trovare un uomo... senza perdere dignità, purezza e verginità! Trattato sulle Punte e l´arte del Pigreco".

Como no se ha traducido al español resumo la teoría:

- Un tío que te gusta es una "punta"
- Si estás gorda es posible que la "punta" pase de ti y se interese por tu amiga extra-delgada
- Tienes que evitar por todos los medios convertirte en la "contropunta" de tu punta, es decir, la amiga que le sirve para dar celos a la que realmente le gusta.
- El pigreco es algo así como el sumum sexual, la compenetración total (que, según especifica, algunos sólo alcanzan cuando mantienen relaciones con animales).
- Hay que evitar al PUNTATUTTO... identificar a ese tío enamorado del amor que quiere ligarse a todo lo que se menea (sí, entre las categorías de PUNTATUTTO está el "poeto", mi gran enemigo).

Para dudas, recomiento dar un cursillo de italiano y leerse el libro, que no tiene ni una pizca de desperdicio. Si consigo conocerla intentaré describir los tics.