Pues bien, fue llegar a Turquía y descubrir que lo de intentar colarse en una fila no es algo español. A lo mejor algo mediterráneo porque en la cola de control de pasaportes se filtró la Kelly Family entera. Además dejaron una bolsa sospechosa en el suelo en la que nadie reparaba y que yo miraba mucho mientras le daba brío al abanico. Qué suerte tener gracia andaluza cuando hace tanto calor y la gente quiere colarse.
Una vez en suelo turco, el primer paso para sentirse integrado es aprender a decir gracias (Teshekur Ederim). Si suena convincente tienes a los turcos/as a tus pies. Te ofrecen té y te dan su amistad durante 40 años. Otro signo de adaptación al entorno es comer un bocadillo de pescado asado en una de las orillas del Bósforo (están buenos!!).
Por algún motivo que nadie puede explicar, los españoles les caemos bien. Se alegran de que hayamos ganado la Eurocopa y tienen carteles de Penélope Cruz anunciando Mango por todas partes (de Penélope y de Kun Fu Panda). Eso sí, piensan que en el sur de España se estila el sombrero mejicano y que todos sabemos bailar flamenco.
1 comentario:
hola, e llamo Raul
Me gusta mucho tu blog, la verdad, es que me rio como un descosdo en la oficina. Sólo quería agradecerte que compartas con todos nosotros esos momentazos y que sigas escribiendo cuanto mas mejor.
Un saludo a esta gran escritora(EGO + 10)
raul
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