lunes, 8 de septiembre de 2008

Reencuentros y despedidas


De nuevo Stacy y de nuevo costumbres alimenticias sorprendentes. Resulta que los australianos comen carne de canguro como el que come ternera...
La novedad en este viaje ha sido Mike, su novio. Ha intentado esmerarse en convertirme en una Shaz (una especie de aussie aguerrida que pega con un puño a su marido mientras bebe con la otra cerveza) pero dice que soy una girly girl y que no hay manera de reconvertirme. De hecho no sé si me gusta demasiado esa definición porque la he visto en un pie de foto que se refería a Paris Hilton.
Gracias a mis correcaminos particulares , que en vez de visitar los monumentos corren por ellos, he visto Madrid como un anglo-guiri más, con tablao flamenco incluido. Tres gitanos andaluces tocando la guitarra, otros tres cantando y uno con look italiano bailando. Ole ole y ole.
Las barcas del Retiro han sido mi homenaje particular. Les engañé diciendo que era muy castizo montarse ahí (mi primera vez) y navegué junto a las parejitas tres cuartos de hora. Como el mundo es gay, tiene una que acostumbrarse a remar en la barca por sí misma y vivir esos momentos románticos con introspección, que no se diga.
Barcelona me ha sorprendido. Mucho. El compañero de habitación en el hostal, mudo y con bañadores speedo a rayas azules y blancas como los marineros de Dolce & Gabbana también. La heterosexualidad ha muerto. Es definitivo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

tanto querer que sacaramos nuestro lado femenino..... que mira donde ha terminado todo.
("endevé" que nunca estais contentas)