jueves, 10 de abril de 2008

De como Tini se convirtió en La Mantis

La primera jefa que tuve se llamaba Tini... En realidad su nombre era Faustina, pero quería que la llamasen Tini porque decía que sonaba mejor. Era la encargada de la perfumería en la que estuve en las Navidades de primero de carrera y aún recuerdo la primera vez que me dijo que para trabajar en una perfumería tenía que ir maquillada.

Antes de Tini, mi forma de ganar dinero extra eran apariciones estelares como figurante en películas de gran calidad. Entre otras Ja Me Maten, Y decirte una estupidez como por ejemplo te quiero...

La cuestión es que cuando llegué a la perfumería, por enchufe, lo hice con el alma inocente de quien sólo ha recibido órdenes de su madre. Tini me enseñó a envolver botes de perfume, a no dar cremas antiarrugas a señoras que no las necesitaban y a limpiar las baldas de la tienda. También pretendió enseñarme a repartir publicidad de la tienda por las calles pero eso no lo quise aprender, porque me parecía explotación. Aunque todavía no sabía nada de derechos fundamentales, pasar tanto frío no estaba en el contrato.

Después de Tini he tenido más jefes y compañeros de trabajo. Y, aunque mi vida laboral no sea excesivamente extensa, ya me he dado cuenta de que en todos sitios se cuecen habas, como dice mi abuela.

Cuando una amiga me decía hace una semana que quiere dejar su trabajo porque tiene un compañero absolutamente odioso al que los jefes adoran yo (en mis minutos musicales) me acordaba de Tini, de Charity (mi segundo jefe, todo un personaje) y de la Mantis.

La Mantis no es mi jefa, de hecho podríamos decir que es el último mono, porque es la que ha llegado la última. PERO NO. Frases estelares como "yo sin la cámara no puedo vivir", "mi familia espera cada día para verme en la tele" o "¿has buscado documentación para esa entrevista? ¡La hago yo!" me sorprenden (porque lleva un mes en la empresa) y me dan pereza, porque su personalidad es una lucha constante por ser una estrella como Concha Velasco. (Mamá quiero ser artista, mamá ser protagonista)

Para que no me cause estrés tengo un método infalible... contar los días que quedan para el verano.

((Como no encuentro el vídeo de Concha incorporo este de Marisol que también le pega.))

4 comentarios:

Anónimo dijo...

dios, me lo temia...

han hecho oficial el requisito de ser gilipollas profundo para entrar en la empresa. Antes solo era deseable, como el inglés, pero parece que, visto lo visto, los buscan nativos de tontolandia. Mira que me pierdo cosas bonitas estando exiliado.

Un beso guapa. Mua!

Anónimo dijo...

tic tac.. me sorprende que en este tiempo no te haya intrigado quien soy... un beso azahara

Anónimo dijo...

jo tio, ahora me has intrigado a mi

¿con qué letrita empieza?

Unknown dijo...

Pensaba que eras un anónimo internauta y que no me conocías en absoluto. ¿Te conozco entonces??? Qué misterio...