viernes, 28 de diciembre de 2007

Un regalo de Navidad

"Me levanto cansado, moribundo... con noticias asesinas, bienvenido al mundo" Eso pensaba yo ayer cuando me despertó el teléfono a las 7 de la mañana para que me fuera a trabajar. Sandra vuelve a tener vértigos y yo a ir al trabajo aunque no toque. Pobrecilla, bastante tiene con lo que tiene... Además, la cosa pintaba mal hasta que finalmente hoy me han dado vacaciones para la semana que viene (yuju!)

De mi jugador de baloncesto (la historia se repite) no sé absolutamente nada. Estamos en una generación de hombres raros en la que lo único que podemos hacer para sobrevivir es aprender de Sexo en Nueva York e intentar parecernos más a Samantha que a Charlotte. En mi caso es prácticamente imposible porque Charlotte es la que se enamora de poetas y pintores y ya sabemos de qué pie cojeo yo.

Para completar el cuadro amoroso tengo que decir que en Málaga me he acordado muchísimo de Raúl. Relaciono esa ciudad con él inevitablemente y me da pena no haber acabado bien con él. Lucía me dijo que habían quedado y tuve una punzada de celos que no me esperaba. Pensaba que había asumido que no es para mí... De todas formas supongo que no es fácil ver de una forma indiferente a alguien con quien pensabas formar una familia. Ritmos diferentes, ya lo decía él.

No hay comentarios: